Amanece en Addis Abeba, la habitación no es muy grande y me agobia tan solo mirarla hay maletas por todos lados, intento buscar con la mirada la maleta donde estan las cosas del bebe, pero nada no consigo dar con ella, estoy tan nerviosa que de buenas a primera ahi esta encima de la mesita ya abierta, esperando que coja un biberon, algunos pañales, la chupa y otra ropita, como mamá primeriza, lo pongo todo en una mochila, todavia no saco el bolso con el cambiador, la verdad es que estaba tan nerviosa y tan hinchada que no consigo meterme los vaqueros, me pongo el chandal y las playeras, miro para mi padre y estamos como conteniendo la respiración no podemos ni articular palabra, cuando por fin, conseguimos salir de la habitación, llegamos a la recepcion del hotel, que a su vez era el comedor y donde estaba el ordenador, y estaban desayunando algunas familias que ya tenian a sus bebes, saludo a todos, conozco a sus churrumbeles e intento ponerme a desayunar, cosa que no consigo tengo el estomoga cerrado, lo último que consegui comer fue en el avión el día anterior, pero no pude comer nada, estaba tan nerviosa que no me bajaba nada, lo intente por todos los medios pero no lo consegui.
Nos comunican que dentro de una hora mas o menos nos vienen a buscar para ir al orfanato, una hora, dios mio y que hago yo en todo ese tiempo, no conseguí volver a la habitación, solo queria hablar y que me explicaran como era la calle en Addis, cuando me di cuenta ya habian llegado a buscarnos, habia llegado Efren, junto con Salomon (Subdirector del orfanato Birham), tardamos como media hora más en salir, pero ya estabamos todos en la furgoneta, eramos tres familias, tres familias que se iban a buscar a sus principes.
Llagamos al Orfanato Birham, pero primero fuimos a la parte donde estaban los bebes, inicialmente le tocaba a Maria Angeles y Luis de Burgos, iban con Iria su hija mayor, en casa habian dejado a los pequeños, ellos iban a buscar a Wengel un niño precioso de 20 meses.
Recuerdo ese momento como algo mágico el un poco timido, miraba para sus padres y volvia a bajar la cabeza, recuerdo que Luis le puso un gorro que el llevaba y con eso ya se lo había ganado.
En ese momento Salomon me mira y me dice ahora vamos a buscar a Tariku, yo lo mire y no consegui articular palabra. Cruzamos el patio y en el otro edificio estaban todas las cunitas, los bebes estaban de 2 en dos, seguimos por un pequeño pasillo y nos encontramos con 3 habitaciones con colchonetas en el suelo, entramos en la primera habitación a mano izquierda y una cuidadora tenia a mi principe en sus brazos, con un pelele amarillito 4 tallas mas grande, alli estaba mi bebe, mi principe, mirando para todos lados con esos ojos grandes, lo cogi y solo recuerdo que no podia dejar de mirarlo, casi no le puede preguntar a las cuidadoras como era, cuando consegui articular palabra me dieron algunas medicinas que estaba tomando, porqueestaba un poco resfriado y un vasito, como el que usan los bebes grandes para aprender a beber, me decian que el no sabia beber con el biberon, yo me quede un poco extrañada pero es lo que habia.
Ya con los bebes con nosotros nos fuimos a por Abdi, el mayor el grupo un niño guapismo de 5 años que aparentaba muchos más, Abdi es el hijo de Lalia y Jose y son de Salamanca.
En ese orfananto donde se encontraban los niños mayores de 3 años, estuvimos un buen rato, hay a mi principe le tocaba comer, y como no yo le hice la cantidad que le correspondia, 120 de biberon, un biberon que deboró en cuestión de segundos, el pobre estaba muertito de hambre le daban entre 60 a 90 ml cada 3 horas. A partir de ese momento le dí 120 ml cada 4 horas. Por el tiempo que tenia le tocaba ya el cereal sin gluten pero yo le di durante los 2 primeros meses solo leche, y en seguida se recuperó.
Hoy hace un año que estoy con mi principe, hace un año que mi vida cambio radicalmente para mejor, hace un año que veo la vida desde otro punto de vista, hace un año que soy mamá, hace un año que mi felicidad es completa, hace un año que nuestras vidas se unieron para siempre.
